Noticias / By Alianza Diálesis es Vida
23 Enero 2024
Es muy importante que los pacientes con Enfermedad Renal Crónica (ERC) y la población en general conozcan los riesgos y complicaciones que existen si se exponen innecesariamente al sol extremo en este periodo de altas temperaturas.
En condiciones fisiológicas normales, la piel es el medio principal para lograr la termorregulación a través de la pérdida de calor mediante mecanismos propios de nuestro cuerpo. Las glándulas sudoríparas eliminan sudor para ayudar a mejorar la transferencia de calor del cuerpo al exterior con su evaporación. Además, el organismo produce la vasodilatación periférica de los vasos sanguíneos que implica un aumento del gasto cardiaco para llevar mayor flujo de sangre hacia la piel, logrando de esta forma reducir la temperatura sanguínea antes de que se devuelva a la circulación central.
Las altas temperaturas pueden generar un aumento de la temperatura central del cuerpo, provocar deshidratación, aumento de la concentración de sal, glucosa y otras sustancias en la sangre, de esta manera se podría llegar hasta manifestar la enfermedad por calor, que se puede identificar a través del agotamiento y/o del golpe de calor. En el primer caso, la temperatura corporal no pasa de 40 °C y el estado mental no se altera.
Por el contrario, el golpe de calor se produce cuando la temperatura del cuerpo aumenta rápidamente y no se puede bajar, puede poner en riesgo la vida si provoca daños en el cerebro y otros órganos vitales. La causa puede ser realizar actividades extenuantes por muchas horas en clima caluroso o estar en un lugar caluroso durante demasiado tiempo, el golpe de calor puede lesionar de forma temporal o permanente los órganos vitales como, por ejemplo, el corazón, los pulmones, los riñones, el hígado y el cerebro. Cuanto más alta sea la temperatura, especialmente si supera los 41° C, mayor será la rapidez en la aparición de los síntomas. En casos graves puede incluso tener como consecuencia la muerte.
Los grupos más vulnerable a sufrir alteraciones con las altas temperaturas son los niños, ancianos, enfermos crónicos (cardiacos, respiratorios, renales, diabéticos), personas postradas en cama, personas con discapacidad limitadas para movilizarse, personas que viven solas, con escasa interacción social o sin red de apoyo, dentro de este grupo de riesgo están quienes viven con Enfermedad Renal Crónica.
El elevado trabajo metabólico que tiene el riñón, al igual que la excreción concentrada de desechos, hace que este órgano sea muy susceptible a un daño por incrementos exacerbados de temperatura, dado que a más temperatura, mayor riesgo de deshidratación. Por tanto, es importante que los pacientes conozcan las recomendaciones y precauciones que deben considerar para ellos y sus familiares, en especial durante esta ola de calor que estiman dure hasta fines de enero.
Patricia Gallegos, enfermera coordinadora nacional de los Centros de Diálisis Peritoneal Nephrocare Chile y vicepresidenta de la Sociedad Chilena de Enfermería en Diálisis y Trasplante (Senferdialt), nos comenta los principales consejos para tener en cuenta durante la época estival:
-Organizar la hidratación diaria, puede tener una botella rociadora llena con agua con limón en el refrigerador para rociar la boca cuando la sienta seca.
-Beber dos vasos pequeños de agua al día con una rodaja de limón o arándanos congelados.
-Tratar de tomar sus medicamentos con el vaso de agua destinado a las comidas.
-Mantenerse fresco usando un jockey o sombrero. También, puede usar un pañuelo húmedo alrededor del cuello para ayudar a controlar
-Consumir fruta congelada o cubitos de compota congelada, se recomienda: pera, manzana, arándanos o piña envasada en su jugo.
-Para enfriar los jugos, colocarlas en el refrigerador y evitar usar hielo extra en el vaso.
-También puede ayudar enjuagarse la boca con agua fría, esto aumenta la sensación de frescor.
-Para saciar la sed, como alternativa a los líquidos, pueden consumir: chicles y caramelos sin azúcar y cubitos de hielo (de agua o zumo de limón diluido).
-Protegerse del sol en las horas que hace más calor.
-Si realiza deporte debe evitar las horas más fuertes de sol (entre las 12:00 y las 18 horas).
-Utilizar protector solar factor 50 a diario y generosamente. Volver a aplicar el protector solar cada dos horas.
-Usar anteojos de sol, estos ayudan a proteger sus ojos de la misma forma que el protector solar ayuda a proteger su piel del daño del sol.
-Utilizar ropa transpirable y holgada.
-Si sufre un golpe de calor, se recomienda llevar a la persona a un espacio fresco y tratar de enfriar el cuerpo con un baño o ducha fría; aplicando paños húmedos fríos sobre la piel para simular la acción del sudor o con compresas frías en el cuello, espalda, ingle y axilas. Es importante también trasladarla inmediatamente a un servicio de urgencia.
Ante cualquier duda, es importante consultar con su enfermera, nutricionista o especialista de cabecera.