Noticias / By Alianza Diálesis es Vida
14 Diciembre 2023
La kinesióloga y miembro del Comité de Ejercicio de la Sociedad Chilena de Nefrología (Sochinefro), Paula Moscoso, destacó los beneficios cruciales de la actividad física para los pacientes dializados. Desde simples caminatas hasta ejercicios supervisados, la actividad física no solo alivia los síntomas, sino que también revitaliza el ánimo y la calidad de vida de quienes enfrentan este tratamiento.
En el marco del XVI Congreso para Pacientes con Enfermedad Renal Crónica de ASODI, la kinesióloga y miembro del Comité de Ejercicio de la Sociedad Chilena de Nefrología (Sochinefro), Paula Moscoso, destacó los beneficios de la actividad física para los pacientes en diálisis.
Según detalló la especialista, la actividad física, entendida como cualquier forma de movimiento incorporada a la rutina diaria, es un componente fundamental durante la terapia, desde subir escaleras hasta bailar o caminar al supermercado.
Asimismo, recalcó la importancia de diferenciar la actividad física con el entrenamiento físico, que debe ser supervisado por profesionales de la salud, especialmente kinesiólogos. En esta línea, Moscoso indicó que “teniendo músculos bien trabajados y fortalecidos, podrán bajar la cantidad y la intensidad de calambres que les dan por el tratamiento”, ya sea por la actividad física o el entrenamiento físico.
Por otro lado, la kinesióloga destacó diversos beneficios fisiológicos y psicológicos derivados de la actividad física en pacientes sometidos a diálisis. Entre estos beneficios se incluyen la potenciación cerebral, el aumento de masa muscular, la mejora de la postura, la prevención de problemas respiratorios, la reducción del riesgo cardíaco, el control del peso y mejora de la digestión, la mejora de la flexibilidad, y la producción de hormonas de bienestar.
Además, Moscoso compartió experiencias reveladoras de pacientes que, tras incorporar el ejercicio en su rutina de diálisis, experimentaron notables mejoras en su calidad de vida. “Después de implementar el ejercicio en la diálisis, muchos pacientes se acercaban y me decían ‘ahora puedo caminar’, ‘puedo llevar las bolsas del supermercado’, ‘puedo ir a dar una vuelta a la plaza’, ‘puedo sentirme útil’ que son cosas que antes no hacían ni podían hacer porque después de la diálisis llegaban a acostarse o a sentarse en el sillón a ver tele y ahí se quedaban descansando”, añadió.
Para finalizar, la kinesióloga Paula Moscoso enfatizó que la actividad física no solo es un complemento beneficioso, sino una herramienta transformadora para quienes enfrentan la diálisis. “Algunos (pacientes) llegan en silla de ruedas, pero no debieran. Si lo hacen, es porque no se mueven, no se estiran, no hacen actividad física”, agregó. El movimiento, según sus palabras, “no solo fortalece el cuerpo, sino también el espíritu, permitiendo a los pacientes redescubrir una sensación de utilidad y bienestar en su vida diaria”.