Noticias / By Alianza Diálesis es Vida
27 Octubre 2023
El representante de la Alianza Diálisis es Vida, François Rius, expuso en el seminario web “Crisis de las Isapres”, organizado por la Federación Médica de Chile. Durante la instancia, Rius explicó las causas de la crisis de sostenibilidad que afectan al sistema de diálisis y sus potenciales consecuencias a nivel sanitario en Chile, en el caso de que “no se reajusten los valores de las prestaciones”.
Con la presencia de representantes del Colegio Médico de Chile, de la Federación Médica y de la Asociación de Clínicas de Chile, se llevó a cabo el seminario web sobre la “Crisis de las Isapres”. Uno de los expositores fue el representante de la Alianza Diálisis es Vida, François Rius, quien abordó la crisis de sostenibilidad de los centros de diálisis y sus potenciales consecuencias.
Al comenzar su presentación, Rius entregó antecedentes para entender la situación actual: en Chile, a la fecha, hay 25.158 pacientes en diálisis, lo que representa un crecimiento anual de la población en diálisis de un 4,6% respecto de 2022. De dicha cifra, “un 95% de los pacientes tiene cobertura Fonasa”, mientras que el “90% se atienden en prestadores privados”.
En este sentido, el representante de la Alianza mostró preocupación por los distintos puntos que complican a los centros de diálisis y ponen en riesgo la atención a los pacientes. El primero es la escasez de nefrólogos. “En países desarrollados, el promedio de nefrólogos por millón de habitantes es 26. En Chile, es de entre 8,5 a 8,9”, ejemplificó.
En esa misma línea, explicó que existen diferencias de calidad y cantidad entre distintas regiones. “Entre Arica y Concepción hay una calidad de atención que no es la misma”, mientras que en regiones como “Coquimbo o La Araucanía hoy existe un déficit de la capacidad de atención”, lo que significa que “un paciente que deba requerir diálisis puede no tener acceso al tratamiento”.
Asimismo, Rius calificó la forma con la que se financian los centros de diálisis como “obsoleto”. “Estamos frente a un modelo de pago por servicio, donde hay un arancel definido por una prestación de hemodiálisis o diálisis peritoneal” que ya no se condice con las necesidades del sector y que tampoco “incentiva a mejorar la calidad de atención para los pacientes”.
Actualmente, la diálisis representa en 1% del presupuesto del Ministerio de Salud, que entre los años 2022 y 2023 tuvo un aumento del 0,9%. Sin embargo, detalla que, esa cifra “está lejos del crecimiento de un 4,6% de la población de dializados en el país”, lo que explica la crisis de sostenibilidad.
En concreto, el costo promedio de realizar una sesión de hemodiálisis es de $74.373 para el prestador, mientras que Fonasa paga $67.813 pesos por cada una, lo que lleva a que los prestadores operen con una pérdida cercana al 10%. “Fonasa tiene aranceles de prestación muchas veces inferiores a los costos que realmente tiene realizar la prestación”, acotó.
“Se trata de una presión constante sobre la eficiencia del gasto. No es una situación sostenible, varios prestadores podrían caer en una situación de insolvencia o quiebra. Y eso no es lo más grave, las terapias de reemplazo renal permiten seguir con vida a los pacientes que sufren de insuficiencia renal. Estamos frente a una verdadera potencial tragedia sanitaria si no se reajustan los valores de las prestaciones”, continuó.
Para finalizar, Rius valoró el trabajo de la Alianza Diálisis es Vida para dar a conocer estas problemáticas y buscar soluciones, lo que llevó a definir tres ejes de desarrollo estratégico para el futuro de la salud renal en el contexto de una eventual reforma de salud: la sostenibilidad, “resguardando el acceso de la población a la prestación”; modelo de atención, basado en mejorar la calidad de atención e “incorporando innovaciones tecnológicas, como hemofiltración e inteligencia artificial”; y el giro de los 230 prestadores de centros de diálisis a “centros de salud renal”.